El moján es
un mito que nace en los Andes se le describe como un hombre indio viejo mas
grande de lo normal, con una cabellera y barba muy largas además de un espeso
bello corporal que suele estar enredada con moho y malezas de rio, con una mirada
brillante y uñas muy largas.
Pese a su
inquietante imagen corporal se dice que el Mohán tiene una actitud “chancera” “juguetona”
y “mamadora de gallo” ya que se dedica a molestar a los pescadores enredando
sus atarrayas, robando sus peses y botando sus anzuelos; por otro lado, también
molesta a las mujeres que bajan al rio magdalena a lavar sus ropas ya que les
suele dar regalos, serenatas e intenta enamórales para llevarlas bajo el rio
donde se dice que tiene un castillo lleno de oro y piedras preciosas.
Testimonio de una mujer que dice haber visto el Mohán
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Estatua en Neiva |
Pero no nos
dejemos engañar, este sigue siendo un espectro y sus intenciones no siempre son
buenas ya que, aunque juguetón se dice que, si te lo encuentras solo o andas
navegando ríos, arroyos y lagunas solitarias, te arrastrara para ahogarte. Por esto
los campesinos cuando salen a hacer sus labores le llevan ofrendas a modo de
tabaco y sal ya que se le conoce al Mohán como un pernicioso fumador de tabaco
y se busca con esto apaciguarlo en caso de que allá tormenta o que ayude en la
buena pesca.
Por último,
una de sus habilidades menos comentada es que se dice que en los poblados mas
alejados este se aparece con la apariencia de un joven apuesto, hablador y
enamorador, algo ya característico de él.
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